A 'Tere' la rescatamos de ser explotada como guía piloto para la empresa “Grúas Sanroman”. Cuando la conocimos supimos que teníamos que estar juntos, pues teníamos cosas fundamentales en común: éramos de la misma generación (ella de 29 años y nosotros de 30) y nos unía el amor por la ruta, las caguamas, el arte post modernista, la barbacoa y Friends.
Después de cuatro meses de árdua labor logramos camperisarla. Ahora Tere tiene una cama expansible, un baúl de almacenamiento, una cocina, sonido stéreo, un deck de descanso, closets, escritorio, una barra de desayuno, un tanque de agua y gas.
La 'Tere' es un sueño móvil hecho realidad, un pedazo amarillo de libertad sobre ruedas.